domingo, 18 de agosto de 2013

Cartas a Maria Elena

Amor, es hora de volver a casa. Sal de ese hotel en el que estás. Yo sé que parece limpio y lustroso; pero por dentro está sucio, como él. Sal de ese hotel con nombre de signo zodiacal. Es por demás corriente. En el futuro, debes cuidarte de no volver a pisarlo. Y si decides quedarte porque sueles hacerlo o por agradarte tu compañía, piensa que es tarde y que no es de señoritas pasar la noche fuera de casa.

A lo mejor me equivoco y no estás sino en un costoso restaurante, donde eres atendida y mimada a gusto. En ese caso te ruego que vuelvas. Deja ese lujo, que solo es cuestión de una noche, que en unas horas pasará y que no te dejará mejor sabor que cualquier otra comida. ¿No conoces la historia de Lazarillo de Tormes? Yo te la contaré, feliz, si te levantas de la mesa y pides que por favor te lleven a casa. Y no permitas que se detengan en el semáforo a robarte besos. Yo estaré esperando debajo de los ficus de tu casa, sagazmente oculto. Aquí estarás bien y tranquila, porque avisaremos a todos donde estamos; de ese modo volverán a confiar en nosotros.

Debes volver a casa, a tu balcón, a tu palacio, donde todos tus príncipes podamos cuidarte. Así es, yo solo soy el primero de un gran orden de paladines. Descuida, la puerta no está cerrada con llave, y no está trancado. Y afuera no hay aves graznando ni perros ladrando. Y hay luna, sí, una gran luna, de las que te gustaban, ¿todavía te gustan?, ¿y gustas de recostarte en el parque?, ¿y de renegar de los tuyos?, ¿y de dormir hasta tarde?

Es hora de volver a casa. Apresúrate. Hay rumores de que te has perdido, de que no volverás, de que partiste muy lejos y de que estás visitando a unos parientes al otro lado de la calle. ¿He de creerles? Vuelve aún más pronto, antes de que te hartes, porque toda persona cansa, y una buena compañía, rodeada de malas, se vuelve también una mala compañía. Vuelve y guárdate de ser la misma, y si no lo fueras, yo te querré igual, pero me tomará más tiempo acostumbrarme, y quizás discutamos frente a los vecinos, y ya sabes que es mejor tratar de evitarlo.

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