Amor,
es hora de volver a casa. Sal de ese hotel en el que estás. Yo sé
que parece limpio y lustroso; pero por dentro está sucio, como él.
Sal de ese hotel con nombre de signo zodiacal. Es por demás
corriente. En el futuro, debes cuidarte de no volver a pisarlo. Y si
decides quedarte porque sueles hacerlo o por agradarte tu compañía,
piensa que es tarde y que no es de señoritas pasar la noche fuera de
casa.
A
lo mejor me equivoco y no estás sino en un costoso restaurante,
donde eres atendida y mimada a gusto. En ese caso te ruego que
vuelvas. Deja ese lujo, que solo es cuestión de una noche, que en
unas horas pasará y que no te dejará mejor sabor que cualquier otra
comida. ¿No conoces la historia de Lazarillo de Tormes? Yo te la
contaré, feliz, si te levantas de la mesa y pides que por favor te
lleven a casa. Y no permitas que se detengan en el semáforo a
robarte besos. Yo estaré esperando debajo de los ficus de tu casa,
sagazmente oculto. Aquí estarás bien y tranquila, porque avisaremos
a todos donde estamos; de ese modo volverán a confiar en nosotros.
Debes
volver a casa, a tu balcón, a tu palacio, donde todos tus príncipes
podamos cuidarte. Así es, yo solo soy el primero de un gran orden de
paladines. Descuida, la puerta no está cerrada con llave, y no está
trancado. Y afuera no hay aves graznando ni perros ladrando. Y hay
luna, sí, una gran luna, de las que te gustaban, ¿todavía te
gustan?, ¿y gustas de recostarte en el parque?, ¿y de renegar de
los tuyos?, ¿y de dormir hasta tarde?
Es
hora de volver a casa. Apresúrate. Hay rumores de que te has
perdido, de que no volverás, de que partiste muy lejos y de que
estás visitando a unos parientes al otro lado de la calle. ¿He de
creerles? Vuelve aún más pronto, antes de que te hartes, porque
toda persona cansa, y una buena compañía, rodeada de malas, se
vuelve también una mala compañía. Vuelve y guárdate de ser la
misma, y si no lo fueras, yo te querré igual, pero me tomará más
tiempo acostumbrarme, y quizás discutamos frente a los vecinos, y ya
sabes que es mejor tratar de evitarlo.
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