sábado, 31 de agosto de 2013

Grandes comunicadores

Escuché atentamente
qué era la comunicación
sus laberintos, sus atajos
y el ruido que la estropea,
estudié a fondo
hallé un sinfín de constructos
comprendí que el emisor era mi hermano
el receptor también mi hermano
pero el canal no lo era.

¡Ay, epistemología! ¡Cómo me doliste!
Cómo me dolió saber
que antes de ser personas
éramos epistemología
antes de ser nada
éramos epistemología
que los abrazos de mi vida
fueron signos lingüísticos
disfrazados.

Pero de la vida
de la verdadera vida
de su silencio
y de sus miradas en silencio
no había nada escrito,
ni del roce de unas manos
ni de los presentimientos.
Yo, que he hablado en silencio
casi toda mi vida,
comprendí
que jamás dije nada.
(según ellos)


Escuché atentamente
me sonrojé con sus discursos
quise cantar
y me callaron
quise advertir
y me callaron.
Comunicador que comunicas
últimamente
qué poco has comunicado.
Porque no ríes
ni lloras
con la verdad en las manos.
Has de estar muy solo,

incomunicado.

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