Cierro
los ojos y recuerdo,
y no
importan las gotas
ascendentes de agua,
ascendentes de agua,
no la legaña,
no el amor que da directo en la cara;
vuélvame ciego
o devuélvame la mirada.
(o
si esta mañana abrí los ojos
como estaba planeado
como estaba planeado
para
ir al trabajo)
Porque si cierro los ojos
puedes
venir, amor, desde lejos
o trasladarte
de un salto.
Puedes llenarme los recuerdos
una vez más
para siempre,
o mientras tanto.
Si cierro los ojos, amor,
para siempre,
o mientras tanto.
Si cierro los ojos, amor,
soy
capaz
de
atravesar ríos a nado
o
de trepar por los cielos.
Y si
me esfuerzo más
llegar con los ángeles
a las estrellas
llegar con los ángeles
a las estrellas
descubrir que son hombres
un
poco tímidos
quienes todo lo observan.
quienes todo lo observan.
Permite que vuelva a decirlo.
Puedes
venir, amor, desde lejos
acompañarnos un rato,
decir:
“Vamos
a querernos
esta
vez sí que vamos querernos tanto”.
Doble
vía para el viajero:
un ojo bueno y el otro malo.
Para
mirar hacia atrás
llevo
mariposas en los párpados,
mariposas viajeras
del pasado.
del pasado.
Cuando ellas regresan
tengo que volver a llorar,
entreabrir una rendija
en los párpados,
en los párpados,
y llorar otro poco,
y por ejemplo recordar:
"íbamos caminando por la calle
cuando de
pronto
nos cogimos de las manos,
como siempre antes de besarnos".
nos cogimos de las manos,
como siempre antes de besarnos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario