¡Qué linda está Lucía!
La vecinita menuda,
la niña de las verduras
que sus vestidos cosía.
¡Y cómo ha crecido Manola!
Ya no le teme a los perros.
Ella trepaba a los cerros
para evitar hacer cola.
Y mi vecina Susana
la de los pies menuditos
que hacían tanto ruidito
me dicen que no está sana.
¡Ay! ¿Y qué de María Isabela?
Del barrio la más coqueta
con su sonrisa discreta.
¿Cómo que esperan que vuelva?
¡Ay! A mí me da algo
pero, ¿y dónde Jimena?
para las fiestas primera.
(Como que yo poco valgo.)
¿Y la pequeña Fernanda?
Y su cabello dorado,
¿es cierto que se ha casado
con un rufián de la banda?
¿Dónde mi fiel Carolina?
Que del colegio a su casa
y de su casa a la plaza
yo a todas partes seguía.
Por mucho que me termina,
ignorándome a casa paso,
rompiendo este fuerte lazo,
del mundo la más ladina.
¿En dónde mi Carolina?
¡Yo no lo quiero saber!
Antes prefiero no ver
si viendo mi vida termina.
¡Qué hacer con esta escena!
Si Lucía más linda,
Susana bastante enferma,
perdida Maria Isabela,
Manola y su perra Nina,
Fernanda ya casada,
Jimenita sin casa,
y muerta mi Carolina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario